¡Atención, viajeros apasionados y amantes de los snacks! El verano los llama y los exige a todos a tomar la carretera. Ya sean viajeros con las ventanas bajas y listas de reproducción perfectas, o exploradores que paran en cada pueblito encantador, estos recorridos panorámicos están a punto de convertirse en su personalidad durante al menos una semana. Abróchense los cinturones (literalmente, la seguridad es lo primero), porque nos adentramos en los viajes por carretera más épicos de este verano.
Costa Amalfitana, Italia
Imagínate esto: Tú, un descapotable (o, seamos realistas, un Fiat alquilado), el pelo al viento mediterráneo y limoneros *de verdad* pasando zumbando. La Costa Amalfitana es básicamente un salvapantallas hecho realidad, solo que con más paradas para tomar un café y gente local sospechosamente atractiva. Consejo: Practica con antelación tu cara de *"¿Disculpa, dónde está el helado más cercano?".
2. Circunvalación de Islandia
Para quienes quieran que su viaje por carretera se sienta como un episodio de *Juego de Tronos* (sin los dragones, por desgracia). Este circuito de 1287 kilómetros ofrece cascadas que te harán cuestionar tus decisiones de vida, playas de arena negra y suficientes aguas termales geotérmicas para mantener a raya tus crisis existenciales. Solo recuerda: las ovejas tienen derecho de paso. Siempre.
3. Carretera de la Costa del Pacífico, EE. UU.
¿Sueñas con California? Más bien California *grita* (de alegría) mientras navegas de San Francisco a San Diego. ¡Acantilados! ¡Ballenas! Ese icónico puente de Big Sur que has visto en todos los anuncios de coches. Extra: Puedes justificar las paradas en In-N-Out como "experiencias culturales".
4. Great Ocean Road, Australia
Cambia las selfies con canguros por los Doce Apóstoles (las formaciones rocosas, no los personajes bíblicos). Esta joya australiana se centra en las curvas costeras, los desvíos por la selva tropical y la posibilidad real de ver un koala durmiendo. Consejo: Conduce por la izquierda. O no. No somos tu madre.
5. Carretera Transfăgărășan, Rumania
Apodada "la entrada de Drácula", esta sinuosa obra maestra rumana es básicamente una montaña rusa de coches. Curvas cerradas, montañas brumosas y un ambiente tan gótico que te hará mirar de reojo los castillos. Eso sí, intenta no gritar al ver lo alto que estás.
6. Ruta Jardín, Sudáfrica
¿Playas, viñedos y *paradas de safari*? Esta maravilla sudafricana es como tres vacaciones en una. Mantén los ojos bien abiertos para ver elefantes (sí, de verdad) y compra biltong, el tentempié perfecto para un viaje por carretera que no sabías que necesitabas.
7. Trollstigen, Noruega
Traducción: "La Escalera del Troll". Traducción para millennials: "Una carretera sinuosa, famosa en Instagram, que te pondrá a prueba al volante". Cascadas caen por los acantilados, valles que parecen retocados (no lo están), y sí, puede que haya trolls de verdad. (Bueno, vale, solo leyendas. Probablemente).
8. North Coast 500, Escocia
Destilerías de whisky, castillos antiguos y suficientes paisajes sombríos de las Tierras Altas como para escribir mala poesía. Este circuito de 800 kilómetros es una mezcla de *Outlander* y *Top Gear*, pero con menos faldas escocesas (a menos que te gusten, sin juzgar).
9. Ruta 62, Sudáfrica
La ruta del vino más larga del mundo. Piénsalo bien. Viñedos, puertos de montaña y pueblos monísimos donde puedes pasar tres horas sin querer en una terraza. Hidrátate (con agua, de vez en cuando).
10. La carretera del Atlántico, Noruega
Ocho puentes zigzagueando sobre el Mar de Noruega como una especie de exhibición de ingeniería vikinga. Con tormenta, espectacular. Con sol, espectacular. Sea como sea, ganas.
Reflexión final: Carga gasolina, descarga *todas* las listas de reproducción y recuerda: perderse es solo una excusa para una aventura inesperada. Ahora, ¡anímate y haz que tu GPS se sienta orgulloso!