
Si tu mañana ideal consiste en flotar plácidamente sobre el planeta mientras bebes champán como un elegante habitante de las nubes, abróchate el cinturón (metafóricamente, porque los globos no tienen cinturones de seguridad). Desde valles rocosos de ensueño hasta sabanas repletas de vida silvestre, estos son los *mejores* lugares para cambiar el miedo a perderse algo por vistas reales.
Capadocia, Turquía
El *mejor* espectáculo de globos. Vuela sobre formaciones rocosas marcianas al amanecer mientras otros 100 globos transforman el cielo en una cuadrícula de Instagram. Consejo: Reserva con antelación; este no es el lugar para improvisar (juego de palabras intencionado).
Bagan, Myanmar
Miles de templos antiguos + la dorada luz del amanecer = una experiencia espiritual (incluso si tu única religión son las fotos de viajes estéticas). Intenta no quedarte sin aliento cuando la niebla cubra las pagodas.
Serengeti, Tanzania
¿Alguien quiere un safari en globo? Observe elefantes, leones y manadas de ñus desde su posición elevada y luego celebre su supervivencia en la naturaleza con un desayuno campestre. *El Círculo de la Vida suena suavemente a lo lejos.*
Valle de Napa, Estados Unidos
Porque el vino sabe aún mejor cuando te lo has ganado sobrevolando viñedos al amanecer. Extra: Las mimosas después del vuelo tienen un sabor *diferente*.
Luxor, Egipto
Vuela como un faraón sobre el Templo de Karnak y el Nilo mientras tu piloto te señala con naturalidad una historia de 4.000 años de antigüedad. Te invita a reflexionar sobre lo *pequeños* que somos todos.
Queenstown, Nueva Zelanda
Picos nevados, lagos espejo y paisajes de El Señor de los Anillos tan épicos que casi esperarías ver un águila digital volando cerca. (No prometo nada, pero las vistas reales no necesitan efectos especiales).
Albuquerque, Estados Unidos
Sede del festival de globos más grande del mundo (imagina más de 500 globos inundando el cielo como un apocalipsis arcoíris). Incluso si te pierdes el festival, las atracciones durante todo el año te ofrecen una energía *seria* que te llenará de vida en el desierto.
Valle del Loira, Francia
Castillos + viñedos + amanecer dorado = la fantasía máxima de *Emily en París* (pero con menos triángulos amorosos incómodos). Sí, por favor.
Masai Mara, Kenia
Al igual que el dramático primo del Serengeti, mira la Gran Migración desde arriba, donde las cebras parecen pequeñas piezas de ajedrez y tu vida parece un documental de NatGeo.
Dubrovnik, Croacia
Acantilados costeros, pueblos antiguos con tejados anaranjados y un azul adriático tan intenso que te arruinará para siempre cualquier otra vista del agua. Fans de *Juego de Tronos*, este es vuestro momento Desembarco del Rey.
Sí, es caro. Sí, te despertarás a las 4 de la mañana. ¿Pero flotar sobre estas vistas? No tiene precio. (Y mucho mejor que la clase de spinning del gimnasio).